Los rellenos cutaneos, rellenos dérmicos o rellenos faciales son sustancias que se inyectan en el rostro para
restaurar el contorno facial, reducir la apariencia de líneas de expresión, arrugas, pliegues, para rellenar los labios
delgados y huecos, para mejorar los contornos, dándole una apariencia más joven y hermosa a la cara. Pueden ser
temporarios o semi permanentes.
Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos son un “lifting liquido” ya que dan los resultados de una cirugía
estética sin las complicaciones de pasar por el quirófano.
Existe una amplia gama de sustancias biocompatibles para hacer el tratamiento de relleno facial pero los que más
se utilizan son dos tipos:
- Los reabsorbibles
- Las de larga duración
De las reabsorbibles es el ácido hialurónico una de las más utilizadas, puesto que puede ser
implantado en cualquier parte del rostro. No presenta ningún problema y tiene una duración de un
año, al cabo del cual se puede volver a implantar nuevamente. El ácido hialurónico es un
componente de nuestros tejidos dérmicos junto con el colágeno y la elastina favorece la hidratación
de la piel y el resultado es muy natural.
El efecto del tratamiento es inmediato y el paciente se puede incorporar a su vida socio-laboral en
el acto. Los efectos secundarios son mínimos, solo se presenta algún pequeño hematoma y una
ligera inflamación que se va rapidamente.